Inteligencia artificial en el periodismo

“La inteligencia artificial es la habilidad de resolver tareas para las que harían falta los humanos. Pero, sinceramente, no me gusta mucho el término. Nosotros no somos artificiales, somos, simplemente, diferentes”.  

Para definir el término inteligencia artificial (IA) se podría haber acudido a un sinfín de fuentes, aunque qué mejor manera de hacerlo que recurriendo a la propia tecnología. A la pregunta de qué es la inteligencia artificial así se expresó por su cuenta la primera robot en ser identificada con la ciudadanía de un país (es saudí) y una de las más famosas y majestuosas representaciones de esta tecnología, el robot humanoide Sophia

Sophia está a punto de cumplir los seis años, sin embargo, ¿hace cuánto estamos conviviendo con el desarrollo de la IA y qué aplicaciones tiene esta en el sector periodístico?
Philip Meyer publica en la década de los 70 lo que se entiende en la actualidad como uno de los trabajos pioneros en relación al periodismo y a la inteligencia artificial, centrándose en “el uso de metodologías científicas, procesos estadísticos y tratamiento de datos para generar informaciones”, titulado Periodismo de precisión.

Deportes, tiempo, bolsa y presentadores siempre listos para trabajar

Varias fuentes coinciden en que el fenómeno de la introducción de la IA en el periodismo se da entre el 2010 y el 2012 en Estados Unidos. La revista Forbes, de hecho, presentó en el 2012 por primera vez artículos y publicaciones en redes sociales redactadas por un robot y firmadas como “Narrative Science”

Un año después y nuevamente en el país americano, pudimos observar cómo una agencia de talla mundial como es Associated Press empezó a utilizar una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por Automated Insights para la redacción de noticias sobre mercados bursátiles, informes corporativos y deportes. Desde entonces, dicha agencia emite más de 16.000 piezas anuales mediante esta tecnología. 

En España, el grupo de comunicación multimedia de información general Vocento fue hace poco más de cinco años, en 2015, el precursor de una tendencia que ha ido cogiendo cuerpo y ganando adeptos con los años en nuestro país. 

“Associated Press emite desde 2013 más de 16.000 piezas al año mediante la IA”

Ventajas y dilemas éticos

Como en cualquier ámbito y con la aparición de cualquier innovación, surge la duda de cuáles son las ventajas y los inconvenientes de dichas innovaciones.

Una de las principales ventajas, y la que más se repite entre los expertos y miembros de la comunidad, es la de permitir a los profesionales trabajar en proyectos más complejos y necesitados de la atención del ser humano a causa de liberar la carga de trabajos sencillos y automáticos gracias a la inteligencia artificial.

Con respecto al plano local, para medios que cuentan con plantillas reducidas que a veces tienen dificultades para llegar a la actualidad y al mismo tiempo a la investigación que requieren algunos temas, la IA puede liberar a las plantillas y en consecuencia dar una mayor calidad a los contenidos.

En el terreno académico, la irrupción de la IA ya está siendo útil también para acortar plazos, sobre todo a la hora de investigar datos estadísticos.

La IA es, conforme al director ejecutivo de datos e innovación de Reuters, Reg Chua, “la única forma de impulsar la calidad y la eficiencia del medio”, pudiendo llegar a obtener otros beneficios como la velocidad, el alcance en la creación de contenidos e incluso la rentabilidad, aunque esta a largo plazo.

Por último, el jurista Matteo Monti reflejó a través de su estudio “Problemas Éticos y Jurídicos Relacionados con la IA en Prensa” los beneficios de la búsqueda de datos de la forma más rigurosa y contrastada a la hora de emplear la inteligencia artificial, pues solo así se dará con “una excelente manera de evitar errores embarazosos o difundir noticias falsas”.

Por otra parte, los inconvenientes identificados en la corta vida de esta herramienta dentro del periodismo están sistemáticamente relacionados con la ética y deontología del profesional de la comunicación.

El periodista científico especializado en IA, Bennie Mols, señala que “son los seres humanos quienes han construido y diseñado la IA y han introducido valores morales en su código. Los humanos siempre deberían ser responsables, porque la tecnología está en sus manos”. Por ello, la inteligencia artificial, aunque llamada así, no significa más que una herramienta novedosa de hacer periodismo y de ayudarnos a mejorar y facilitar la actividad periodística.

El autor añade además que, “cuanto mayor sea el papel que la IA juega en el resultado final, más importante es hacérselo saber al público”.

En definitiva, más allá de las dificultades económicas que supondría una inversión en la inteligencia artificial, el debate deontológico que esta herramienta propone no se aleja de la actuación responsable del ser humano, al igual que ocurre en una actualidad sin la IA integrada por completo en el sector.

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