Seguro que todos conocemos esa expresión de ‘renovarse o morir’. Mejorar un aspecto de nosotros mismos que considerábamos dominados o incluso aprender uno nuevo, o ceder ante la avalancha de nuevos cambios que azotan a la sociedad. En el caso del periodista, desde el comienzo de la andadura en el camino de la comunicación se nos enseña que siempre debemos mejorar, cambiar, aprender… Los profesionales de este bien llamado cuarto poder no pueden negarse a adentrarse en los mayores avances que está teniendo la profesión en el siglo XXI.
Cuando en 1906 comenzó a emplearse la radio como método para transmitir información mucha gente estuvo en contra, pues creyó que dejarían de emplearse los periódicos. Del mismo modo, cuando en 1928 se retransmite por primera vez un discurso político, muchos periodistas comenzaron a creer que este medio modificaría la profesión tal como la conocían. Pero fue el ansia de conocimiento y el afán de innovar lo que llevó a mejorar las técnicas de comunicación en ambos medios, que siguen utilizándose hoy en día, porque tomaron el camino de la mejora continua. Renovarse o morir.
En el caso de Metrópolis, un equipo tan dispar, con tantas perspectivas diferentes y tantos puntos fuertes, también tiene que renovarse constantemente. Desde que las redes sociales comenzaron a tener cierta repercusión en la sociedad, comenzamos a formarnos para saber emplearlas, y desde 2012 todos los integrantes de Metrópolis tienen formación como Community Manager. Ahora incluso empleamos herramientas que nos ayudan a conocer la repercusión que puedan tener las declaraciones de un cliente, o lo que dicen los usuarios sobre él.
Cuando comenzamos en el mundo de la comunicación en Canarias, los periódicos se escaneaban a mano para luego hacer los dossieres de prensa. Ahora todo eso está informatizado y no existe la necesidad de acudir a la impresora. Incluso nuestro seguimiento de medios mejora continuamente, para adaptarse a las nuevas circunstancias.
En la plantilla de Metrópolis este aspecto no es diferente. Constantemente asistimos a talleres, charlas, simposios, formaciones… Todo tipo de maneras de mejorar, de aprender, de continuar formándose para estar en la vanguardia de la profesión. Una vez que se conocen los métodos es hora de especializarse, de ir desgranando la comunicación hasta su forma más específica y saber emplearla como si se hubiera nacido con ella. Para eso, parte importante viene de la mano de las nuevas incorporaciones, jóvenes con ganas de comerse el mundo que traen ideas frescas, nuevas técnicas y mucha ilusión, en combinación con la experiencia, rigor y profesionalidad que aporta la parte más veterana del equipo para lograr una combinación perfecta.
En una profesión que cambia a la misma velocidad que lo hace el mundo que nos rodea, es imprescindible estar pendiente de los avances que se van produciendo, no solo lo que puede ayudarnos en el trabajo diario, sino también aquellas cosas que pueden entorpecerlo o que ponen en peligro nuestro modo de vida, como las IAs de creación de contenido para redes sociales. Saber esto y transformarlo en una ventaja es la clave para que un buen comunicador multidisciplinar pueda seguir en la vanguardia del periodismo.