El lenguaje inclusivo apuesta por fórmulas no sexistas en la escritura y el habla, que poco a poco se van reflejando en otros ámbitos comunicativos como, por ejemplo, las redes sociales.
Tradicionalmente, se ha priorizado el uso del género gramatical masculino sobre el femenino, abogado por fórmulas como “todos”, en lugar de “todas”, cuando nos referimos a un grupo de personas en las que hay una mayoría de mujeres o personas que se identifican con el pronombre femenino. Ahora, el uso del lenguaje no sexista pretende evitar el uso de formas o palabras que puedan excluir a personas por su género.
Aplicar lenguaje no sexista en nuestros copys para las diferentes plataformas sociales es un modo más de conectar con nuestra comunidad y potenciales personas que nos sigan en el futuro. Una fórmula que va más allá del género y que puede unir nuestra marca con infinidad de personas. Eso sí, siempre que vaya acorde con el perfil de la organización, empresa o persona para la que trabajemos, para evitar en todos los casos el washing comunicativo o lavado de imagen de una marca.
Abogar por el uso de términos que engloben a mujeres, hombres y personas que no se identifican con un género concreto puede mejorar y humanizar la imagen de nuestra marca, reforzando valores como la igualdad, la diversidad e incluso la responsabilidad social corporativa.
Para comenzar a aplicar el lenguaje inclusivo en nuestros post podemos comenzar por sustituir palabras y artículos que se identifiquen con el género masculino o femenino por otras neutras. Siguiendo el ejemplo anterior, lo “correcto” en este sentido, sería dirigirnos a “todas las personas”, en lugar de a todos o a todas. Otro ejemplo, sería abogar por palabras como “ciudadanía, sociedad o población” en lugar de “ciudadano, ciudadana, vecino o vecina”. Es decir, buscar siempre que sea posible, el sustantivo capaz de englobar a más colectivos.
Es muy usual ver en redes sociales otras fórmulas, como la “x” para sustituir la “a” y la “o”: bienvenidx o bienvenid@, en lugar de bienvenido o bienvenida. Gramaticalmente no está aceptada esta fórmula y, según personas expertas en la materia, podría ser ilegible para personas con algún tipo de discapacidad, como la ceguera, que hacen uso de tecnologías como los lectores de pantalla.
Además, el uso del arroba podría ser perjudicial de cara a nuestras cuentas, ya que los community manager hacemos uso de este caracter para mencionar a otras cuentas y en algunas plataformas podría dar error, ya que Facebook, Twitter, Instagram o Tiktok podría entender, erróneamente, que queremos etiquetar o nombrar otro perfil.
El uso de la “-e”, o el llamado género neutro, también representa una alternativa. Aunque como los anteriores casos, tampoco está reconocido como correcto por la Real Academia Española de la Lengua.
Ante estas posibilidades, lo idóneo sería, en primer lugar, analizar la forma de comunicarse de nuestro cliente. Con el objetivo de que los copys y, en general, el lenguaje utilizado en el ámbito digital, vaya acorde con los discursos de altos cargos y portavoces de la marca, así como material promocional y otro tipo de comunicaciones. En este sentido, no solo es importante tener en cuenta quién emite el mensaje, sino quién lo recibe.
Es fundamental analizar cómo se comunica nuestra comunidad para alcanzar una coherencia y concordancia en los mensajes que transmitimos, ya sean escritos o audiovisuales, teniendo en cuenta cómo habla nuestro cliente y cómo interactúan las personas que sigue la marca, con el objetivo último de lograr una comunicación fluida.
A partir de esa comunicación, con un mensaje coherente y, en este caso, inclusivo, podremos reforzar la marca y lograr confianza por parte de los receptores, que detectarán un mensaje que no solo informa sobre una campaña determinada, sino que defiende unos valores determinados, como son la igualdad y el respeto por la diversidad.
Recordemos que, el lenguaje siempre va más allá de las palabras, convirtiéndose en el reflejo de la sociedad. ¿Qué refleja tu marca?