Uno de los perfiles con los que contamos en Metrópolis Comunicación y uno de los más demandados por la clientela es el del community manager. A priori parece un trabajo sencillo: publicar una foto y/o vídeo llamativo en una cuenta de Facebook, Twitter, Instagram o cualquiera de las múltiples redes sociales que existen e ir sumando me gusta. Pero no, el trabajo de un community manager o gestor/a de redes sociales va mucho más allá y, con el tiempo, es una labor que se ha ido dignificando y valorando, aunque queda mucho por recorrer.
Precisamente, una de las cosas que tiene que hacer el community manager constantemente es adaptarse al medio y esto se complica aún más cuando el medio no es único sino que, por lo general, suelen ser varios, cada uno con sus características, especificidades y, lo que es muy importante… sus algoritmos.
Lo primero es entender que un algoritmo un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema, según la RAE. En relación a las redes sociales, estos son los responsables del contenido que visualiza cada usuario/a, según lo que estos entienden que interesa a cada persona.
Estos algoritmos son distintos para cada red social y, por supuesto, están en continuo cambio, lo que complica, más si cabe, la labor del community manager, a la hora de planificar el contenido específico para cada red 
social, ya que este no solo debe adaptarse a las características de cada una de ellas sino, también, cumplir con los objetivos que desea alcanzar la clientela para que la que trabajamos, transmitir los valores de la empresa o entidad a la que representamos y, además, que ese contenido sea atractivo para conseguir una primera llamada de atención sobre la comunidad de esa red social y, finalmente, que sea relevante, útil para quien llega a nuestro contenido.
Por eso, la labor del community manager no pasa únicamente por la creación de contenido de calidad y adaptado a lo que la clientela quiere transmitir a su público objetivo, sino que debe llevar un continuo proceso de aprendizaje y adaptación a cada uno de los medios en los que los profesionales de redes sociales queramos transmitir nuestros mensajes y alcanzar los objetivos marcados en cada una de ellas.