Que todos cometemos errores es algo sabido y asumido desde que el mundo es mundo. A esta tendencia del ser humano no escapamos los periodistas, quienes, desde aquel día en que el primer homo sapiens corrió de una cueva a otra para contar la primera noticia, hemos metido la pata en nuestras crónicas.
Pero ante estos errores no todos es lamento y flagelación. Bien es cierto que algunas veces el error pasa desapercibido o supone un problema por el cambio de sentido de la noticia, pero otras veces esos pequeños gazapos arrancan una sonrisa al lector o espectador. En este último tipo de errores es en el que nos queremos centrar en este post: aquellos Gazapos con mayúscula que hacen que la risa o la sorpresa reste protagonismo a la noticia en sí.
Aquí recopilamos una pequeña (pequeñísima) selección de estos errores cómicos que humanizan (aún más) a esta profesión.
¿Por qué no hacer un sutil homenaje a Chiquito de la Calzada y, a la vez, a Cristóbal Montoro?
O un no tan sutil homenaje a Chiquito…
Hacer del titular un lugar para reivindicar el dequeísmo
O directamente no poner el titular
El orden de los factores no altera el producto es solo una regla matemática
Inventar palabras también está entre nuestras competencias como periodistas
Y quien dice inventar, dice reinventar palabras
Si inventar palabras se nos da bien, imagínate inventar delitos
Además de cometer errores, algunas veces (muy pocas) nos permitimos hacer juegos de palabras (con mayor o menor fortuna, todo sea dicho). Aquí dos ejemplos: