Apenas se había iniciado el Siglo XXI cuando el diario El País, en una apuesta a todas luces arriesgada e innovadora, ponía en marcha en España un sistema de suscripción a su periódico digital con opciones de pago semestral y anual para los usuarios.
La propuesta, que llegó a contar con 38.000 suscriptores en su momento álgido, no cuajó finalmente pese a los intentos de la cabecera por ofrecer un nuevo modelo de contenidos de calidad a los lectores, que hace casi veinte años aún no estaban habituados a pagar por servicios online en nuestro país.
El resto de la prensa no se sumó a esta iniciativa y, tras su puesta en marcha en 2002, tres años después El País cerraba finalmente el llamado muro de pago tras una caída de tráfico considerable en su página web y el crecimiento de sus competidores directos, especialmente El Mundo, cuyo periódico digital en abierto despegaba a un ritmo vertiginoso.
Eran otros tiempos en el panorama de Internet, donde Google y las redes sociales no tenían el peso y el protagonismo con que cuentan hoy día y existían aún muchas dudas sobre el cambio de paradigma y de modelo de negocio en los medios de comunicación.
Nuevos tiempos
Tras ese intento fallido del periódico de Prisa, y otras pruebas como la realizada por El Mundo en 2013, aún bajo la dirección de Pedro J. Ramírez, pasaron varios años hasta que los dos grandes diarios generalistas se decidieron a dar definitivamente el salto a las ediciones Premium, aunque es justo señalar que los medios regionales fueron los que abrieron el camino para la instauración del modelo de pago en España.
No se trata de una decisión casual o arbitraria; al descenso de la inversión publicitaria se ha sumado la caída de la venta en papel y la necesaria transformación digital para intentar salvar a un paciente herido de muerte tras la gran crisis económica de 2008, que golpeó con extrema dureza a un maltrecho sector.
De esta manera, el pasado 1 de mayo, en pleno confinamiento por la pandemia de la COVID-19, El País lanzaba su nuevo modelo de suscripción digital por 10 euros al mes y tan solo cuatro meses después el periódico anunciaba que contaba ya 110.000 suscriptores, de los cuales 64.200 eran exclusivamente digitales.
De forma paralela, El Mundo daba a conocer recientemente que había superado durante el verano los 50.000 suscriptores digitales de pago, diez meses después del lanzamiento de su producto Premium, alcanzando un 45% de abonos anuales. El producto de Unidad Editorial aumentó su cartera en un 178% durante el estado de alarma, lo que deja las claras la necesidad de la población de consumir información en momentos de crisis o incertidumbre.
Un modelo de éxito en el extranjero
El caso español no es diferente a lo que ha venido ocurriendo en el resto del mundo, y con mucha más antelación en determinados países como Estados Unidos, Inglaterra o Francia, donde nos llevan mucha ventaja en el modelo de muro de pago.
Es el caso de cabeceras de la talla de Le Monde, que se plantea llegar al millón de suscriptores en cinco años, o del prestigioso diario americano The New York Times, que asimismo se ha puesto como meta alcanzar nada menos que los diez millones de abonados en 2025, poniendo el ojo en los lectores de fuera de su país.
Otros medios internacionales de renombre que han apostado desde hace años por el sistema de pago por suscripción para acceder total o parcialmente a sus contenidos son The Wall Street Journal, The Washington Post, Financial Times o The Guardian, con unas cifras de abonados considerables.
En definitiva, el muro de pago ha llegado a los medios nacionales para quedarse. De los principales periódicos generalistas, hasta ahora solo se mantenía al margen ABC, pero ya ha anunciado que a lo largo de este mes de septiembre implantará también su sistema de pago por suscripción en su versión digital.
Siguiendo el ejemplo del sector audiovisual, las grandes empresas editoriales han iniciado un camino de no retorno en el que se lanzan a la búsqueda de futuros suscriptores de pago ofreciendo nuevos formatos que consigan captar la atención de los jóvenes, a través de formatos que les son familiares, y fidelizar a los lectores más avezados. Todo un reto que servirá para calibrar el futuro de la prensa española en una coyuntura económica y social compleja.
Metrópolis Comunicación, empresa fundada hace más de 25 años por Santiago Pérez, contempla los contenidos digitales como un inmenso abanico de posibilidades, por lo que es fundamental estar al día de las nuevas demandas y de los algoritmos que marcan el ritmo de la información, evaluando en este caso también esta opción de suscripción para nuestro servicio de seguimiento de medios, para la generación de contenidos, o por marcar el ritmo de la propia evolución de la comunicación.