Mirar el mundo con otros ojos

Daniela Cajías se convertía, paradojas de la vida, dos días antes del 8 de marzo, en la primera mujer en ganar un Goya en la categoría de Mejor Fotografía por la película Las niñas

Esto es solo un ejemplo de que la mujer suele estar más presente delante de las cámaras que tras ellas, ya hablemos de vídeo o fotografía, algo que se acrecienta si nos adentramos en un terreno tan dominado por el género masculino como el del fotoperiodismo. Aquí, la mirada femenina se echa en falta.

Y es que hay matices de los que nos privamos si comunicamos solo a través de los ojos masculinos, pues hay una voz propia que también tiene mucho que aportar y que necesita ser escuchada. Tan necesaria es la mirada de los hombres como de las mujeres.  Porque somos diferentes e iguales en la misma proporción, y todo suma y enriquece a la hora de dar a conocer un mundo cargado de tonalidades. 

Las facultades de comunicación siguen teniendo una presencia mayoritariamente femenina. En el ámbito del periodismo esto se traduce en más redactoras, más presentadoras, más comunicadoras corporativas…Pero no más puestos de dirección o responsabilidad, aunque esto, sería otro debate, muy similar al de otras profesiones.

Quizás en los estudios audiovisuales o en las escuelas de fotografía esta predominancia no es tal pero es cierto que la presencia de la mujer es cada vez mayor, algo que tampoco tiene su reflejo en el ámbito profesional. Según una investigación realizada hace un par de años por World Press Photo, solo el 15 por ciento de las fotoperiodistas son mujeres y ya si nos metemos en terrenos como el fotoperiodismo en zonas de conflicto, este porcentaje es mucho menor.

Abro aquí un paréntesis para contar que mi vocación por el periodismo me viene, precisamente, de mi admiración por algunas de esas también escasas corresponsales de guerra: Maruja Torres, Rosa María Calaf o Ángela Rodicio. Luego la vida, para alegría de mi madre, me llevó a otras trincheras de la comunicación, pero, también eso, es otra historia.

Volviendo a centrar el objetivo en la mirada femenina tras él, esta, todavía hoy escasea. Nombres míticos como los de Gerda Taro o Joana Biarnés son rara avis cuya aportación, sin embargo, ha sido muy valiosa a lo largo del tiempo. Sus fotografías también ayudaron a testimoniar la historia más reciente.

En este sentido, puedo decir, que he tenido la suerte de trabajar al lado de mujeres fotógrafas cuyo trabajo admiro y que ha ayudado a retratar la realidad de nuestro tiempo y de la ciudad donde vivo (Córdoba). Algunas de ellas pioneras en la profesión como Olga Labrador, pero también Lola Araque, Patricia Cachinero o Pilar Mayorgas, por citar con las que he trabajado de cerca. 

Ojalá, al igual que en el resto de ámbitos de la sociedad, comunicar con ojos de mujer no esté restringido a una cara bonita delante de la cámara, en la televisión, las revistas de moda, o los reportajes sociales. Ojalá sigamos abriendo espacios para que al mundo no le falte, en todos los sentidos,  esa mirada femenina

En Metrópolis Comunicación, empresa fundada hace más de 25 años por Santiago Pérez, disponemos de equipo de profesionales que está conformado en su amplia mayoría por mujeres, lo que nos permiten aportar esa mirada femenina como plus de valor.

Compartir

Copiar enlace al Portapapeles

Copiar