Han pasado tres décadas desde que Tim Berners-Lee, conocido por ser el padre de la World Wide Web, presentase la primera página web el 20 de diciembre de 1990. Como él mismo comentó en 2019 se trataba de “una propuesta vaga, pero emocionante, por un espacio libre, abierto y sin permiso para que toda la humanidad comparta conocimientos e ideas”.
Desde entonces, la evolución de las páginas webs ha sido impresionante, no solo a nivel de diseño, usabilidad y funcionalidades, sino también a la hora del desarrollo.
Las primeras páginas web eran estáticas, es decir, un archivo de texto en el cual se especificaba el aspecto que tendrían los textos, mezclados con imágenes y enlaces a otras páginas.
Posteriormente se comenzó a incluir ese texto en una base de datos y a disponer de un lenguaje de programación con el cual recuperar la información e incluir el diseño. Este sistema era mucho más complejo pero permitía que los usuarios publicasen sus propios contenidos.
La revolución de los gestores de contenidos en las nuevas páginas web
Pero la verdadera revolución vino de la mano de la introducción de los gestores de contenidos y con la adopción de HTML versión 5 junto a CSS versión 3 en los navegadores de Internet.
Con HTML5 y CCS 3 se ha separado la información y su forma de visualizarse en archivos separados. En un archivo HTML se define la información en forma de bloques (titulares, bloques de contenidos, pies de página, pie de foto, cita, etc) y en un segundo archivo CSS se definen los tamaños, colores e incluso ubicación de cada uno de los bloques de contenidos.
Ahora cambiar el aspecto completo de una web con miles de contenidos, es tan fácil como editar un solo archivo.
Con los gestores de contenidos (como WordPress o Drupal), cualquier usuario, sin tener nociones de programación, maquetación ni bases de datos, puede crear su propia página web dinámica (con multitud de usuarios que pueden interactuar) y lo que es más impresionante, de forma completamente gratuita.
Si el propietario de la página lo desea puede pagar un servidor y un dominio para tener más potencia pero por menos de 100 euros al año puede tener un sistema muy potente y realmente económico, puesto que todo el software es gratuito.
Los gestores de contenidos o CMS, se actualizan de forma constante (y automática), aumentando su seguridad frente a Hackers y añadiendo nuevas funcionalidades.
Además hay una comunidad detrás que desarrolla nuevos añadidos (los famosos plugins) que dotan a las páginas de multitud de nuevas características (como la mejora en la gestión del SEO, galerías fotográficas, gestión de redes sociales, etc) ideales para aquellos usuarios que no saben programar y que en muchos casos son gratuitas o apenas cuestan unos pocos euros.
Pero lo mejor de los CMS son las plantillas, diseños gráficos sobresalientes que podemos aplicar a nuestra página / blog para que literalmente brille por su espectacularidad. Hay muchas plantillas gratuitas y otras disponibles por muy poco dinero, lo cual redunda en que verdaderos artistas tengan una salida profesional.