La revolución llamada ChatGPT

Desde hace unos meses la comunidad informática está en shock por la puesta a disposición del público en general de ChatGPT.

ChatGPT es el acrónimo de Chat Generative Pre-trained Transformer y no es otra cosa que un modelo de Inteligencia Artificial con el que puedes conversar desde la tranquilidad de tu navegador de internet favorito.

ChatGPT es el resultado de un esfuerzo titánico por parte de una empresa llamada Open AI (ampliamente participada por Microsoft) en crear una Inteligencia Artificial capaz de mantener una conversación coherente con cualquier persona y en su idioma natal.

Al “prodigio” de que un programa o Inteligencia Artificial se le pueda “no distinguir” de una persona al mantener una conversación, se le denomina Test de Turing (ya que lo planteó por primera vez el matemático Alan Turing 1912-1954).

Durante años se han hecho innumerables pruebas con sistemas que en algunos casos lograban “engañar” a una persona y pasar el Test de Turing, pero lo que tenemos ahora mismo con ChatGTP es sencillamente “abrumador”.

Disponemos de un sistema al que podemos preguntar cualquier cuestión técnica o filosófica que no sólo ofrece respuestas coherentes sino que, además, es capaz de explicarnos la teoría de la relatividad con la sencillez que necesita cualquiera que no disponga de un doctorado en física. También puede explicarnos cómo resolver paso a paso un problema complejo de matemáticas e incluso generar código de programación, en múltiples lenguajes de programación, para resolver algún problema que le pidamos.

Este sistema se ha logrado gracias a la integración de dos sistemas que en el pasado se resolvían con sistemas de Inteligencia Artificial separados.

Los sistemas de Inteligencia Artificial, tradicionalmente, se han utilizado para clasificar datos de entrada (es un perro o un gato, se aprecian signos de cáncer o es un tejido sano, existen personas en la foto o no, etc). Poco a poco se han ido perfeccionando para que puedan generar productos más complejos, como el resumen de un texto de entrada, extraer el fondo de una fotografía o hacer un dibujo fotorealista.

Entender el lenguaje humano

Por otro lado, destraba un problema realmente complejo y no es otro que el de entender el lenguaje humano. Nuestro lenguaje está lleno de dobles sentidos y consideraciones que dependen del contexto. Es por eso que los lenguajes de programación son independientes del contexto (si no, un ordenador no entendería qué le estamos pidiendo).

La revolución de estos meses, llámese ChatGPT, Stable Difusión o DALL-e es que han combinado la generación de textos / respuestas (o imágenes en el caso de Stable Difusion y DALL-e) con la posibilidad de poder pedirlo describiendo lo que necesitamos en nuestro propio idioma.

Estas órdenes que le damos a la IA para que genere imágenes o textos se le denomina PROMPT. De hecho, ya se habla de “Ingenieros de Prompts” como una nueva profesión. Es evidente que cuanto más se ajuste la forma de pedir a la IA lo que deseamos obtener, mejores resultados tendremos, para que se entienda, es el texto que le ponemos a Google para que nos ofrezca lo que estamos buscando sin necesidad de visitar varias páginas antes.

La comunidad de desarrolladores de software está realmente impresionada por esta capacidad de generar código de programación. Esto ha sido posible gracias a que Microsoft compró el mayor repositorio de código de software existente (GitHub) y se ha dedicado a entrenar a esta y a otras IA con todo ese conocimiento. Incluso existe una IA solo para programar, denominada “Copilot”.

Además de los desarrolladores, la comunidad en general ha estado expectante de los avances puesto que no contentos con dejarnos probar ChatGPT 3, ya se ha anunciado y testeado ChatGPT 4 que suma una cantidad innumerable de nuevas funcionalidades, y solo por nombrar alguna de ellas, puede sacar su licencia como abogado (en E.E.U.U.) ya que es capaz de aprobar el examen para obtenerla.

Las posibilidades son ciertamente “mareantes”. Tanto que cientos de las personas más influyentes dentro de la industria han firmado una carta, entre ellos Elon Musk y Steve Wozniak, pidiendo a los desarrolladores de esta Inteligencia Artificial, una moratoria de seis meses en el entrenamiento y desarrollo de estos sistemas. Ese medio año lo necesitaremos para asimilar cómo integraremos estas nuevas capacidades dentro de la sociedad en general.

En Metrópolis Comunicación vivimos al día con la integración de la tecnología para facilitar tareas y proveer de mayores opciones a nuestros usuarios, pero como desarrollador nunca pensé ver un salto tan grande en la tecnología. Ahora solo nos queda esperar a que los ordenadores cuánticos salgan de los laboratorios y se incorporen en las empresas.

Fco. Javier Martínez
Coordinador del Área de Tecnología

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