La COVID-19 vino, llegó y venció. El virus SARS-CoV-2 provocó en cuestión de semanas que prácticamente el mundo entero se paralizara y que millones de personas se recluyeran en sus casas para evitar su propagación. La pandemia arrasó con la programación de eventos y las agendas culturales en todo el mundo y sigue haciéndolo.
Ante este panorama de incertidumbre, el sector cultural, uno de los más golpeados por la crisis, ha tenido que reinventarse y con él su comunicación. Lo que antes se resolvía con ruedas de prensa de presentación de espectáculos, con coberturas in situ o performances, ahora se ha sustituido por encuentros digitales o directos en las redes sociales. El confinamiento ha provocado el cierre de teatros y museos, lo que ha supuesto un punto de inflexión en el que ha sido necesario incluso cambiar el lenguaje y los espacios creativos.
En los 25 años de trayectoria de Metrópolis Comunicación, los profesionales que trabajamos en ella no habíamos asistido a un impacto de esta magnitud. Pero parece claro que este cambio de paradigma no solo ha venido para quedarse en la nueva normalidad, sino que probablemente provocará que muchas nuevas prácticas de comunicación se mantengan en la era post COVID-19.
El acceso a los contenidos digitales de carácter gratuito ha sido el rey desde la irrupción del virus y los departamentos de comunicación de instituciones y organismos dedicados a la cultura han volcado todos sus esfuerzos en mejorar y reforzar su presencia online, especialmente en las redes sociales y páginas web, porque el consumo cultural ha cambiado radicalmente.
La falta de recursos ha aguzado la imaginación. Se han organizado conciertos en directo, visitas virtuales a exposiciones artísticas, o entrevistas en directo, y se ha dado acceso gratuito a catálogos de series y películas, así como a la descarga de libros digitales y a un sinfín de contenidos multimedia.
La tendencia durante el confinamiento se centró en ofrecer nuevos formatos enfocados hacia el entretenimiento para hacerlo más llevadero, al mismo tiempo que se ofrecían productos culturales de calidad. A día de hoy esta tendencia se mantiene, a pesar de la apertura gradual de los recintos.
Muchas ‘marcas culturales’ dispararon sus consumos online, sobre todo las visualizaciones y las suscripciones, y mejoraron la calidad de sus visitas a la web en la duración media de cada sesión y en el número de páginas vistas. Además, el perfil de audiencia mayoritario de contenidos culturales osciló durante el confinamiento entre los 25 y los 45 años.
Igualmente, los consumos desde el ordenador subieron espectacularmente, cuando no suelen llegar a la mitad del consumo total, aunque en todas las instituciones se intensificó la actividad en las redes sociales, con mayor éxito en Twitter.
Veamos una selección de los ejemplos más exitosos de comunicación cultural digital durante la pandemia que demuestran que, en momentos difíciles, los medios a nuestra disposición no son tan determinantes como los contenidos de calidad.
Representaciones corales
Espectáculos corales realizados por vía telemática como este fueron muy virales durante el confinamiento y permitieron conectar emocionalmente con el elenco del Ballet de París.
Retransmisiones en directo
El concierto en directo de Andrea Bocceli desde el Duomo de Milán retransmitido para todo el mundo fue un auténtico acontecimiento emitido en streaming.
Conciertos vía ZOOM
Los Rolling Stones utilizaron uno de sus temas más conocidos, ‘You Can`t Always Get What You Want’, para enviar un mensaje a la población, que estaba en la misma situación de confinamiento que ellos.
Representaciones teatrales
Una butaca en primera fila para disfrutar de un clásico como ‘Un Tranvía Llamado Deseo’. Eso es lo que ofrecía el National Theatre colgando en su web espectáculos completos en abierto para ser disfrutados desde casa.
Reencuentros nostálgicos
El reparto de la película de los 80 Los Goonies emitió en directo una videollamada en la que participó todo su reparto, recordando los mejores momentos del film.
Contenidos monográficos de exposiciones
El Museo del Prado combinó de manera muy original música y arte en algunos de sus contenidos de Youtube para hablar de algunas de sus obras expuestas y de sus autores.
Celebración de días mundiales
Los responsables de la red de Museos de Tenerife se dieron en paso unos a otros en un directo vía streaming realizado para conmemorar el Día Mundial de Los Museos.
Precisamente por esa constante búsqueda de nuevos formatos, la oferta cultural online ha crecido en los tiempos del coronavirus, debido a la facilidad con la que se puede consumir cómodamente desde un sofá. Pero los nuevos eventos culturales necesitarán a partir de ahora de verdaderos fuegos artificiales para mejorar su impacto y ofrecer valor añadido, porque hay una auténtica saturación de contenidos online.
También será imprescindible contar con el respaldo de medios técnicos robustos y apostar por la calidad de los formatos que eviten fallos de conexión y ofrezcan imágenes profesionales, porque la fuerza de los directos no podrá sustituirse nunca.
No bastará solo con emitir un directo plano al uso, será necesario atraer la atención del espectador con recursos técnicos como la realidad aumentada, por ejemplo. Pero para que las iniciativas tengan éxito, también será imprescindible la participación activa de la audiencia, a través de sus comentarios y preguntas, para compensar la falta de contacto presencial, y para ello tendremos que apelar a su implicación emocional, poniendo el acento en la experiencia.
Haciendo autocrítica, los profesionales quizás hemos pecado de un exceso de comunicación pero, al mismo tiempo, ha sido muy positivo poner el contenido a disposición de la ciudadanía para que lo gestione en su tiempo de ocio.
Es muy pronto para conocer el impacto real de esta crisis en el sector, pero por el momento estamos consiguiendo a través de internet que la cultura se democratice y llegue a todos los rincones del mundo.
En un planeta globalizado y en medio de una pandemia sin precedentes, en la que la prioridad es luchar contra el virus, la difusión de la cultura es nuestra responsabilidad. Por ello nuestra labor en comunicación es crucial.
Fotografía: © Gnider Tam. Unsplash