En una entrada anterior, pudimos comprobar y comprender cómo funciona el algoritmo de Google, ese bicho que se mueve a una velocidad inimaginable y que funciona como una biblioteca inmensa a la que acudimos cada vez que queremos buscar algo. Ahora vamos a seguir inmersos en el universo Google, pero esta vez para conocer más a fondo su proyecto más ambicioso en el ámbito periodístico: Google News Initiative.
Bajo la premisa de la búsqueda de un futuro mejor para el periodismo, la compañía con base en Mountain View (California) presenta el proyecto como un esfuerzo para trabajar codo con codo con la industria de las noticias. El objetivo es ayudar al periodismo a fortalecerse en la era digital, en plena pandemia de fake news.
Según el CEO de Google, Sundar Pichai, “hay que compartir conocimientos para que todos tengamos una vida más fácil. Es una parte fundamental de la misión de Google y algo que deben cumplir editores y periodistas. En pocas palabras, tenemos que trabajar juntos”.
De esta manera, resume el compromiso del mastodonte tecnológico con el rigor y la veracidad de la información. Ya conocemos sus buenas intenciones. A continuación, descubramos cómo funciona.
¿Cómo funciona Google News Initiative?
En esta apuesta de la compañía por los contenidos periodísticos de calidad en sus plataformas, y con la máxima de que la estabilidad financiera requiere de una innovación constante, ha establecido alianzas con agencias y organizaciones del sector, en un intento por crear una sinergia que permita la mejor comprensión de los retos, necesidades y amenazas a las que se enfrentan, al tiempo que ofrecen apoyo mutuo y fomentan el trabajo colaborativo entre diferentes medios.
El gigante informático provee a sus partners con herramientas innovadoras para que puedan entender mejor a sus usuarios y conectar con ellos, mejorando sus productos y fortaleciendo su infraestructura tecnológica. En este sentido, ayudan a dar respuesta a los nuevos hábitos de consumo de la información, experimentando con nuevos formatos, como la realidad virtual, pero también con los añejos, como el audio.
Como parte del proyecto, Google ha creado sus propios programas, con los que pretende dar respuesta a las necesidades de los periodistas y nuevas organizaciones para que puedan tener éxito en internet.
Estos programas se organizan en torno a tres ejes. El primero de ellos es la innovación, mediante la que se busca una renovación en el sector, y que cuenta con dos herramientas principales: Google News Initiative Innovation Challenge, que concede subvenciones a proyectos periodísticos innovadores alrededor del mundo, y Google News Lab, enfocada a construir coaliciones con periodistas y emprendedores para abordar los principales retos del sector.
La segunda rama corresponde a la formación que la compañía ofrece a periodistas acerca de sus herramientas, con el fin de exprimir al máximo sus posibilidades en el campo del storytelling y a la hora de elaborar reportajes. En 2019, Google formó, tanto presencialmente como de forma virtual, a más de 300.000 periodistas alrededor del planeta, y para este año se marcó como objetivo llegar a los 500.000. La tercera pata de esta mesa se basa en la investigación y el conocimiento, ya que la firma dirige investigaciones acerca de cuestiones esenciales para el futuro del periodismo.
Problemas en el paraíso
Sin embargo, no es otro todo lo que reluce, o, al menos, digamos que la compañía no escapa a la polémica. En los últimos años, ha sido criticada por colaborar con la censura de algunos gobiernos y vulnerar los derechos de los usuarios, utilizando los datos de ubicación con fines comerciales, vendiéndolos a otras empresas para mostrar publicidad relacionada con nuestros hábitos.
Además, una investigación de la agencia de noticias AP y la Universidad de Princeton ha demostrado que Google sigue rastreando nuestra posición a pesar de desactivar la opción ‘historial de ubicaciones’.
Otro caso controvertido, y con epicentro en nuestro país, fue el de Google News, la plataforma que selecciona noticias de los principales diarios de cada país y las recopila para el usuario. Los diarios españoles denunciaron a Google, alegando que se apropiaba de la información y reducía el número de visitas a sus páginas web. Pretendían que la compañía pagara un canon por mostrar sus noticias en Google News.
Aunque la empresa esgrimió que no obtenía ningún beneficio al seleccionar las noticias y que, en todo caso, favorecía el acceso de los usuarios a los medios digitales, la sentencia dio la razón a los diarios y, desde 2015, España es el único país europeo donde Google News no funciona.
No acaban aquí las controversias. En 2017, la Comisión Europea consideró que Google había abusado de su posición dominante en internet, manipulando el buscador para favorecer sus propios servicios, en vez de mostrar todos los resultados encontrados. El resultado fue una multa de 2.420 millones de euros.
Un año después, llegó una nueva sanción: una multa histórica de 4.340 millones por utilizar Android como vehículo para consolidar su dominio en las búsquedas. Por si esto fuera poco, el pasado año la CE anunció otra sanción millonaria. En esta ocasión, 1.490 millones por «restringir artificialmente la posibilidad de que otras páginas web puedan desplegar publicidad de competidores de Google».
Sin duda, Google News Initiative es un proyecto muy bien armado y, aparentemente, con un firme compromiso con la búsqueda de la verdad y el rigor en la práctica periodística.
Pero, con todas estas informaciones en la mano, ¿podemos realmente confiar en Google para salvar el periodismo de las garras de las fake news?
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