Youtube ha sido la plataforma por excelencia de contenido audiovisual. Desde hace años ha ofrecido un espacio donde primero los artistas musicales comenzaron a lanzar sus videoclips, hasta que fue evolucionando poco a poco, y se volvió en una red social con tendencias, lista de más populares y sugerencias para los usuarios. En ella cadenas de televisión, periódicos, empresas públicas y privadas encuentran un lugar donde alojar momentos destacados que, con el tiempo, adquieren miles y millones de reproducciones volviéndose recuerdo y memoria de ellos.
El beneficio de esta plataforma es que el tope de tiempo del vídeo que queramos subir o el directo que queramos hacer, dura horas. Hoy en día hay unas 2 millones de personas en Youtube y el 79% de los usuarios de internet tienen su propia cuenta en ella.
Pero el ritmo del día a día es lo que nos ha llevado a consumir un contenido más efímero y rápido. Snapchat es la red social que con sus vídeos de menos de 20 segundos adquirió gran peso en la sociedad. Esta red nació en 2011 y llegó a tener en un año 10 millones de usuarios activos, convirtiéndose en una de las primeras aplicaciones en las que podíamos subir fotografías que se autodestruían en apenas unas horas.
Sin embargo, con el tiempo sus usuarios dejaron de consumirla porque, tras los varios intentos de Google y Facebook de comprar la app, rápidamente, en 2016, Instagram adaptó este formato de vídeo a los perfiles de los usuarios y empezó a ofrecer las denominadas stories, que permiten enviar un mensaje en apenas 10 segundos. Y Facebook, también desarrolló sus stories.
En el mismo año, nace Tik Tok. Una nueva red social que con el confinamiento se alzó y cogió fuerza principalmente entre los jóvenes y que ha abierto una ventana a una nueva ventana de contenido audiovisual que te permite editar mucho más los clips. Se trata de una nueva plataforma en la que los usuarios pueden crear vídeos musicales cortos de 3 a 15 segundos y vídeos largos de 30 a 60 segundos que no deja de crecer en Asia, Estados Unidos y otras partes del mundo.
Asimismo, en el mes de agosto Instagram lanzó los denominados Reels, una herramienta de grabación de vídeos parecida a Tik Tok a medio camino de Instagram TV y que ahora lucha por mantener la red social de la cámara de colores en el podio de las más utilizadas a nivel mundial.
Pero, ¿cuál es la estrategia para lanzar un mensaje en cuestión de segundos?
Los vídeos nos permiten ofrecer un contenido diferente, nos dan la oportunidad de dar un valor añadido a lo que generamos en redes sociales. Para muchas marcas, las stories han sido claves tanto para publicidad como para humanizar la marca, ya que no es de extrañar encontrar stories entre un perfil y otro insertado a modo de anuncio, o que las compañías compartan el consumo de sus productos por parte de los usuarios cuando las mencionan.
En Metrópolis Comunicación, empresa fundada por Santiago Pérez en 1995, también aprendemos cada día y vamos elaborando nuevas estrategias para aprovechar al máximo este tipo de herramientas. Desde nuestros propios perfiles corporativos, hasta los perfiles de nuestros clientes.
La clave está en el storytelling. Tenemos que contar una historia en la línea de nuestra marca o del discurso en el que ahora queremos enfocarnos. Las claves para hacerlo son las siguientes:
- El “efecto sorpresa”: mantener al usuario enganchado hasta el final del storie y evitar que termine pasando a otro perfil.
- Conecta con la comunidad: habla de valores con los que se puede sentir identificado el usuario. Por ejemplo, si hablamos de una bebida, los recuerdos que nos evoquen su sabor.
- Comunica los valores de tu marca: los stories son una oportunidad para reforzar las características de una compañía y de contarlas de una forma distinta.
- Engancha al público: ofrece al usuario una conclusión o un final del que se lleve algo,como puede ser un aprendizaje, que haga engancharlo.
Estos tips nos ayudarán no solo a sacar partido a las nuevas formas de comunicar, sino también nos permitirán reinventarnos y aumentar nuestra capacidad de cambio ante la evolución digital.