La civilización vive uno de sus momentos más complejos y apasionantes. La indiscutible revolución que ha supuesto para la humanidad la creación y desarrollo de Internet, ha puesto de manifiesto las posibilidades casi infinitas para la divulgación del conocimiento, a tiempo real, en cualquier lugar del planeta, en decenas de formatos y soportes.
La ciencia y la tecnología forman parte indiscutible de nuestra vida. Sus avances procuran el bienestar de la sociedad y sin embargo, su conocimiento había quedado al margen de las demandas informativas o relegado a puestos o espacios reducidos y minoritarios.
El ‘desapego’ hacia los temas de carácter científico se ha forjado, sin querer generalizar, en factores múltiples como la complejidad de los contenidos a abordar, el uso de un lenguaje excesivamente técnico, búsqueda de públicos muy concretos o segmentados, no potenciar la figura de periodistas especializados o el desánimo o rechazo de los propios investigadores a trabajar mano a mano con periodistas o divulgadores, provocando una brecha que afortunadamente hoy en día, es menor.
La VI Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia y Tecnología en España de 2014, elaborada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y realizada con más de 6.300 entrevistas personales domiciliarias, pone de relieve que el 40’1% de los españoles están muy o bastante interesado en la ciencia y la tecnología, un porcentaje que se mantiene estable respecto a 2012.
Y que del 24% de los ciudadanos que muestran poco o ningún interés por la ciencia y la tecnología, citan como principales argumentos que los temas no despiertan interés y que se trata de temáticas complicadas. Esta falta de comprensión se argumenta a medida que aumenta la edad de los entrevistados y también a medida que desciende el nivel educativo de las personas encuestadas.
Sin embargo, tal y como recuerda en su memoria anual la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECY), “la ciencia es noticia” y es crucial en el día a día de la sociedad. La ciencia, la tecnología, la salud, la medicina, el medioambiente, la innovación interesan cada vez más y en un mundo globalizado, la sociedad reclama más y mejor información. Rigurosa y cercana.
Comunicar ciencia es un valor en alza. De ahí que el gran reto en la actualidad , tanto para los medios de comunicación y sus periodistas, como para las instituciones, empresas o entidades generadoras de conocimiento, sea transmitir estos contenidos de forma entusiasta y creativa, buscando las fórmulas más adecuadas para recordar a la sociedad, al lector, al espectador y al consumidor de in formación, el placer del descubrimiento.
No existen fórmulas exactas ni universales pero todas pueden ser válidas si se consigue el objetivo propuesto: comunicar para posicionamiento, visualización de actividad, generar marca, dar a conocer temas de relevancia y de actualidad, incrementar la demanda de información científica contrastada o fomentar la cultura en este ámbito de la población, entre otras. En los próximos días publicaremos algunos consejos para comunicar aspectos relacionados con la ciencia.