Buscar de forma intencionada ser viral es como empeñarse en ser una pera. Realmente imposible. La viralidad no se busca. Nos atrevemos a decir que ni siquiera puede entrenarse. Es algo que sucede de la misma manera en la que llega la inspiración, cuando menos te lo esperas.
¿Quién no ha oído hablar del pez diablo negro grabado por primera vez en el mundo, mientras nadaba plácidamente en aguas de Canarias?
No es sencillo identificar cuáles son los motivos que hacen que una información se convierta en viral, pero también es cierto que aquellas que lo logran tienen varias claves en común. Estas son algunas de ellas.
- Causan un impacto inmediato, casi sin que dé tiempo a madurar y analizar la noticia. Tiene que generar sorpresa, curiosidad o incluso miedo. El diablo negro las ha provocado todas.
- Conectan con una gran parte de la audiencia mediante las emociones. Nunca o casi nunca será una información que nos cambie la vida, pero sí en el tema de conversación durante el café en la oficina. Además, ¿a quién no le ha provocado ternura la imagen del pez en la palma de la mano?
- Facilitar titulares irresistibles, lo más breves posibles y con gancho. Esto es algo especialmente complicado cuando se trata de temas científicos, pero si lo consigues, es un éxito asegurado. Eso sí, es necesario que desde el ámbito científico se esté dispuesto a sacrificar los aspectos más técnicos. De lo contrario, será muy difícil llegar al público en general.
- El formato en el que se presenta la información tiene que ser atractivo. La clave más importante en el caso del diablo negro ha sido, sin duda alguna, el video del pez nadando muy cerca de la superficie.
- Ser una información novedosa o que implique al factor sorpresa. Y así sucedió cuando un grupo de investigadores de Canarias se encontró con este pez que nunca nadie había visto antes en el planeta. Ya es un hecho lo suficientemente relevante como para convertirse en viral, pero días después descubrimos lo que nadie se esperaba: el monstruo de las profundidades medía apenas unos centímetros. Ahí tenemos la sorpresa.

En definitiva, la noticia ha dado la vuelta al mundo. En Metrópolis Comunicación, analizamos cada día la conversación que tiene lugar en el ámbito digital y lo hacemos desde diferentes perspectivas. Nuestro objetivo es que este análisis contribuya a que la estrategia de comunicación que aplicamos en el trabajo con nuestros clientes sea lo más dinámica posible, especialmente en el caso de las crisis de comunicación.
En esta ocasión y a grandes rasgos, estas herramientas nos muestran que solo entre el 7 y el 13 de febrero, se produjeron 10.094 publicaciones en X por un total de 9.371 usuarios y con un resultado de 388.459.554 impresiones. Es más, incluso podemos saber que, si se hubiera tratado de una marca, su impacto equivaldría a un valor económico estimado que supera los 735.000 euros.
Este trabajo es un ejemplo de cómo nuestro equipo se ha ido adaptando con el transcurrir de los años al cambio de paradigma de la comunicación, igual que ha hecho el diablo negro con su pequeña linterna para poder alumbrarse en las profundidades del óceano. Ya lo dijo Charles Darwin en su Teoría de la Evolución de las Especies: sólo sobrevivirán aquellos que son capaces de adaptarse a los cambios del entorno. Metrópolis Comunicación, empresa fundada hace más de 25 años por Santiago Pérez, dispone de un equipo de profesionales que reúne experiencia y nuevos talentos y que ayuda a sus clientes a diseñar una estrategia de comunicación adaptada a sus valores.